Manifestamos nuestro total rechazo hacia la LOMCE en lo referente a Educación Musical.
Consideramos que la Educación Musical es un derecho, por lo que todo sistema educativo debe poner los medios necesarios y suficientes para que dicho derecho esté garantizado. Para que esto se pueda llevar a cabo, la música debe estar presente en todas las etapas educativas con continuidad y un desarrollo curricular adecuado. El sistema educativo debe ofrecer una educación musical de calidad, atendiendo a las características específicas de cada etapa, propiciando el desarrollo integral de las personas y preparándolas para un futuro profesional relacionado en mayor o menor medida con el mundo de la música.
Una vez más se hace patente el desconocimiento de nuestros gobernantes hacia los beneficios que aporta la Educación Artística a todas las dimensiones, intelectual, emocional, social y psicomotriz, del ser humano. Es inaceptable que décadas después de la introducción de nuestras materias en el sistema educativo, tengamos que seguir justificando en él la presencia de las mismas, en lugar de precisamente reforzarla en el currículo desde la Educación Infantil y Primaria. No debemos permitir que nuestros jóvenes se vean privados de este derecho con la excusa del fracaso escolar, ya que la propia educación musical favorece el éxito escolar y el desarrollo de las capacidades básicas de los alumnos. Nuestros gobernantes deben garantizar el derecho de todos a una educación global y continuada desde los 6 hasta los 16 años.
Rechazamos la LOMCE por la pérdida de materias y cursos que la Música sufre en Primaria, ESO y Bachillerato. Por la supresión del Bachillerato de Artes Escénicas, Música y Danza. Por el derecho de todos y todas a una Educación Musical de calidad integrada en un sistema educativo equitativo, de calidad y que desarrolle el talento de los alumnos
PEDIMOS que el Gobierno retire la actual propuesta de LOMCE y propicie un análisis profundo de las problemáticas actuales y un proceso de diálogo con los profesionales educativos para acometer las reformas necesarias desde una posición seria, científica y democrática.
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