jueves, 29 de agosto de 2013

Figar no se explica "tanto descontento" en las familias por recibir las "facturas informativas"

NOTICIAS TERRA.ES: Figar expresa su sorpresa por el "descontento" con las "facturas en la sombra" en centros educativos


La consejera madrileña de Educación, Lucía Figar, ha expresado hoy su sorpresa por el "descontento" que ha generado el envío de cartas en las que se informa del coste real de cada plaza de educación Infantil, unos 5.100 euros, y mientras los críticos lo han considerado "facturas en la sombra" ella entiende que se trata de "mera información" a las familias.
La polémica surgió después de que 20.000 familias con niños de nuevo ingreso en las Escuelas Infantiles madrileñas recibieran una carta de bienvenida firmada por la consejera, en la que se les informa del "importante esfuerzo" que hace la Comunidad de Madrid para que puedan beneficiarse de una plaza por "precios muy inferiores al coste real".
Lucía Figar ha dicho hoy que no se explica cómo estas cartas, que la Consejería envía a los padres desde 2009, pueden generar "tanto descontento", ya que se trata de "mera información" sobre el precio real de las plazas: "es bueno que las familias sepan que aquellos que pagan 100 euros deberían pagar en realidad 500".
No es el primer caso en la educación madrileña, ya que la Consejería también informa, desde el año 2011, a los alumnos que se matriculan en los centros superiores de Enseñanzas Artísticas del precio real de su plaza.
En este caso, el departamento que dirige Lucía Figar va más allá al emitir "una factura informativa", que estos alumnos reciben una vez que formalizan la matrícula, como ha ocurrido en los últimos dos cursos a los estudiantes del Conservatorio de Música.
Estas enseñanzas de régimen especial, que hace tres años fueron equiparadas a las universitarias a través del Plan Bolonia, resultan "muy caras", ya que incluyen clases individuales, con lo que el coste real de la plaza puede ser superior a los 13.000 euros en algunos instrumentos, según la consejería.
De ahí que, "en aras de la transparencia", se optara por emitir unas facturas simbólicas, en las que figura el coste real de la plaza del que se deduce la bonificación que recibe el alumno, según explicó entonces la consejería.
En la misma línea, la consejera madrileña informó el pasado sábado, en una entrevista en RNE, de que el "coste real" de una plaza universitaria en Madrid "oscila entre 7.500 y 8.000 euros", por lo que las tasas de matrícula no superan el 20% de lo que realmente cuesta la titulación, y que el restante lo subvenciona el Gobierno regional.
La consejera respondía así a las informaciones de que Madrid es la región donde más cuesta cursar un grado universitario, con un precio medio por curso académico de entre 1.620 y 1.980 euros, según la carrera, mientras que en otras regiones como Andalucía, el estudiante paga 750 euros de promedio por curso.
Por su parte, la Consejería de Sanidad madrileña empezó en 2011 a emitir 'facturas en la sombra' a los pacientes operados en los hospitales públicos, después de que otras comunidades lo hicieran a título informativo.

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