miércoles, 17 de julio de 2013

"Otro de los dones que le debo a la docencia es el frecuentar a compañeros de quehacer de una calidad humana y profesional extraordinaria" (Arístides Mínguez)

 ha publicado este artículo

LA COLUMNATAPaty Terremoto
Arístidez Mínguez

A pesar de la desazón, del desasosiego, del desencanto que arrastro estos últimos años a causa de las políticas educativas adoptadas por la panda de zascandiles que han venido ocupando la cartera de las consejerías o el Ministerio de Educación, he de reconocer que le debo muchas cosas a mi profesión. Ya he hablado en otros lugares del regalo (y la responsabilidad) que significa tratar con mis alumnos.
…………Otro de los dones que le debo a la docencia es el frecuentar a compañeros de quehacer de una calidad humana y profesional extraordinaria. Hoy me gustaría hablaros de una persona a la que ya he mencionado alguna vez. Se llama Paty y, desde 1978, es profesora de Filosofía en centros públicos. Está casada con Alejandro, también profesor, de Dibujo, felizmente jubilado, y uno de los mejores pintores que haya visto en mi caminar vital. Alejandro, espíritu travieso, perspicaz y exquisitamente observador, puede pasarse trescientas horas o más pintando alguno de sus cuadros, cuidando hasta el más mínimo de los mínimos detalles.
…………La vida no les ha sido nada fácil. Perdieron a su primer hijo con muy pocos años a causa de una leucemia fulminante. Paty me confesó que le debía mucho a Grecia: fue un viaje a la Hélade, al Peloponeso en concreto, siguiendo la ruta descrita por Homero en la Odisea, lo que le ayudó a superar la depresión que le acarreó la pérdida de su primogénito. Mantiene que fue una ‘katarsis’, una purificación.
…………Por eso fue emocionante compartir hace dos meses con ella el viaje a la Hélade, que emprendimos algunos de los creadores del vídeo Gracias, Grecia. Fue hermoso acompañarla a los restos de la que fuera acrópolis de Agamenón en Micenas, ver a Alejandro encaramándose, como cabra montesa, a lo más alto del teatro de Epidauro. Verlos felices, agradecidos a la madre Grecia por haberles servido de cura y por acogerlos de nuevo ahora, casi treinta años después. Grecia obra muchos milagros en el espíritu de aquellos que se le siguen acercando con el alma abierta: por algo fue y sigue siendo el manantial del humanismo.
…………Lo triste es que sus dos hijos actuales, músicos de profesión, con un currículum impresionante a sus espaldas, hayan tenido que emigrar a los diecisiete años de esta paleta España, de toros, cirios, fútbol y mantillas, para abrirse camino. Tienen a los dos ahora en Berlín. Ella no se achanta. Habla a diario con ambos gracias a internet, aprovecha cualquier viaje barato para ir a darles una vuelta y llenarles la nevera de comida casera como sólo una madre sabe hacerles. O les manda paquetes con las ‘delicatessen’ murcianas, de las que los alemanes (a los dioses gracias) ignoran su existencia.
…………No para. Es una polvorilla. Puede que supla la ausencia de sus hijos volcando su amor maternal con muchos de sus alumnos, a los que tiene cobijados y protegidos cual gallina clueca. Se ha hecho cargo, entre otros, de un grupo de niños de primero de la ESO y les da Alternativa a la Religión (católica), aparte de Educación para la Ciudadanía, a la que desde la Conferencia Episcopal y el chupacirios del Wert quieren dar los santos óleos. Como si estuviera reñido el ser un buen ciudadano con el catolicismo. Parece ser que mucha religión, a veces, va en detrimento de algo de ética y de educación cívica.
…………En casi todos los institutos en los que he estado, los profesores de Religión, para asegurarse tener un buen rebaño de alumnos, suelen ponerles nueve o diez a los que se matriculen en su materia, incluso a los que suspenden todas las demás y apenas aparecen por clase. Es su mejor propaganda, aparte de organizar viajes a cualquier parte (parques de atracciones incluidos: ¡bonitos santuarios de espiritualidad!) para ganarse ovejas. Por eso se me llevan los demonios cuando el inefable Wertfemo quiere que la nota de Religión (puesta por “un profesor” nombrado a dedo por el obispado) compute tanto como la de Matemáticas, por ejemplo.
…………Con sus alumnos de Alternativa, Paty se ha empeñado en sacar un diario digital, con sus diversas secciones, entrevistas a famosos y todo.
…………Ha amparado a la que ella llama su gitana, una criatura con ojos bellísimos que, en sus trece años, nunca había estado escolarizada. Mis compañeros se parten el espinazo para enseñarla a leer y escribir y ponerle algo de disciplina y normas cívicas básicas en su, hasta ahora, caótica vida. Paty ha descubierto que la niña tiene un especial don para la poesía y que le encanta componer estrofas “que rimen”. Se pasa con ella horas en la red buscándole poesías y haciendo que se aprenda e improvise trovos. Puede que no saque nada más este año, pero su gitana no olvidará que fue Paty quien le abrió los ojos ante las Rimas de Bécquer y que, emulándolo, llena cuadernos propios y de sus amigos con rimas de cosecha propia.
…………También “ha tomado a su cargo” a Abdul, un zagal marroquí. Se pasa el día hablando de su zagales, hasta tal extremo que los amigos bromeamos con Alejandro diciendo que va a acabar adoptándolos a todos.
…………La semana pasada, harta de que los de Religión ganen alumnos con sus excursiones y a los de Alternativa no les dejen ir, decidió llevárselos a Madrid en una jornada maratoniana: salieron en el tren de las 6.30 horas y volvieron a las 23. Las familias de nuestro entorno, las más en el paro o en trabajos precarios, no pueden costearse alojamiento en un hotel. Más aún: había algunos alumnos que tampoco tenían fondos para el billete del tren. No se achantó: montó una especie de cooperativa y, en una lección de humanidad y solidaridad que sus alumnos y compañeros no olvidaremos, puso a todo el grupo a fabricar y vender productos para pagarles el viaje a sus amigos. Nos llevaban acribillados a los profesores vendiéndonos abanicos, pastas artesanas, mermeladas de nísperos (que hacía por las noches), etcétera.
…………Al final, consiguieron irse los siete con su profesora sola. Me consta que los llevaba casi de la mano: son niños de doce años. Muchos subieron por primera vez en un tren, vieron el Prado, algunos edificios emblemáticos e incluso, lo que más ilusión les hacía a algunos, fueron al Bernabeu. Gran error para la pobre Paty: anda muy mal de las piernas (la operan en otoño) y le cuesta horrores subir y bajar escaleras. Pero no se rindió. Trepó y bajó a su ‘pian pianino’. Pero, aun así, pegó un traspié. Sus polluelos se turnaron para prestarle su brazo y la ayudaron en todo el recorrido. Me llamó desde el tren y Abdul, ufano, me dijo: “Profesor, tú que estabas tan preocupado de si la profe iba a poder controlarnos sola a los siete… Hemos sido nosotros los que hemos tenido que cuidar a la seño. ¿Te piensas que somos unos críos?”
…………Pongo la mano en el fuego: esos niños jamás olvidarán su excursión. Puede, incluso, que alguno de ellos tarde décadas en volver a subir a un tren o en ir a Madrid. Por eso valoro el valor de Paty. Máxime porque se tuvo que pagar de su bolsillo los cien euros que le costó la broma. Con los recortes, nuestro centro no tiene ni para pagar la luz, mucho menos para darle una dieta, aun miserable, a un profesor.
…………Cien euros de su bolsillo, cuando los (presuntamente) impresentables que hacen el paripé como diputados en la Asamblea Regional cobran dietas de desplazamiento, se juntan varios en el coche de uno, pero todos cobran su dieta, como si hubieran ido en su propio vehículo. Esos impresentables (presuntamente) que deciden dejarnos una vez más sin una parte sustancial de nuestro sueldo. Esos (presuntos) impresentables que aplauden las decisiones de un genares que ha arruinado a su región, condenado al paro o a la emigración a su juventud por sus caprichos faraónicos y al que, como premio a sus desmanes, le preparan un puente de plata para enviarlo con todos los honores a Europa, vertedero de políticos inútiles.
…………Cien euros que debió pagarse, más la comida, a cambio de trabajar diecisiete horas seguidas, responsabilizándose, más allá de sus obligaciones. Sólo por compromiso y amor a sus pupilos. Y los así llamados padres de la patria cobrando dietas de alojamiento, cuando algunos tienen hasta tres casas en Madrid, subvencionados en cuantos cubatas o ‘gin tonics’ quieran tomar a cuenta del contribuyente. Y una pringada que hace por algunos seres humanos mucho más que esa panda de lameculos ha de costearse de su bolsillo el trabajar más horas de lo que le corresponde. Al día siguiente, estaba a las ocho en su puesto de trabajo.
…………Paty no se rinde: es de armar tomar, de muchas armas tomar. Podía estar vegetando a la espera de su pronta jubilación. Le es totalmente imposible. El susodicho Wert, el más incapaz y arrogante de cuantos ministros he debido sufrir, entre otras lindezas, quiere dejar la Filosofía (y el resto de Humanidades) en los mismos huesos: aparte de besar la casulla de los cardenales quitando Educación para la Ciudadanía, pretende suprimir las asignaturas de Filosofía (y de Griego y de Música y de Tecnología…). Mi compañera se integró en una plataforma, nacida en Murcia, llamada “¿Quién teme a la Filosofía?”, y se empecinó en la quijotesca lucha de combatir al cíclope Wertfemo y sus hordas germánicas y, además, concienciar a la parte de la sociedad que aún tiene el alma despierta de que la Filosofía es inherente al ser humano. Que, como dijera Sócrates, una vida que no se piensa, no merece ser vivida.
…………Acudió a esta mísera harpía, que ya tenía experiencia en plantar cara a Wertfemo en defensa de las Humanidades, y nos pidió ayuda para difundir y cantar su desigual batalla. Sin duda, la Musa me inspiró y se me ocurrió que la Filosofía, no sólo está recluida en las aulas, sino que también está en la calle y que nos puede ser muy útil para afrontar nuestra vida cotidiana. Así, acudí a mi poeta particular, a mi bardo, el director Pedro Pruneda y, asesorados por los Amigos de la Sabiduría de la Plataforma (entre los que, ¿cómo no?, estaba Paty, infatigable), rodamos el vídeo Vivimos con la Filosofía. Lo tenemos subido en YouTube con un más que aceptable número de visitas.
…………La idea, según mi no imparcial juicio, era buena: llevar la cámara a un mercado de abastos y hacer decir a los personajes que allí trabajan (verduleros, pescaderos, carniceras…) frases de filósofos ilustres. Por supuesto, quien seleccionó a los espontáneos actores y repartió las frases a cada cual fue Paty. La experiencia fue emocionante, inolvidable tanto para mis niños, que actuaban como hilo conductor, como para los trabajadores del Mercado de Verónicas y todos cuantos participamos en el rodaje.
…………Paty no puede parar. Por eso la llamo “Paty Terremoto”. La tengo sentada frente a mí, al fondo del aula, intentando cumplimentar los inmensos e inútiles documentos burocráticos a los que nos obliga la Consejería (que luego nadie se lee y que de nada sirven, pues seguiremos sufriendo sus recortes e ineptitud aunque les digamos que es imposible trabajar con treinta y seis alumnos en clase pensadas para treinta o menos). No la dejan en paz. Cada poco viene un alumno para contarle sus penas o recibir consejo. No les dice que está ocupada y que su horario de atención ha terminado. Con su inmensa humanidad, los atiende, los conforta, los aconseja, se los lleva, renqueando, a invitarlos a algo en la cantina si los ve muy atribulados.
…………Es una ONG. Ha acogido bajo sus alas a dos compañeras a las que la parca, crudelísima, arrebató a sus maridos y las ha invitado a pasar días de sus vacaciones con ella y su marido, para ayudarlas a aliviar su duelo. Si se entera de que algún padre de alumnos está en el paro, llama a quien sea para que le dé trabajo de albañil, de reponedor o, si no, le encarga ella misma cualquier tarea.
…………Sólo pido a mis dioses que, después de llevar treinta y cinco años en el cuerpo como lleva ella, mantenga la misma profesionalidad, la misma empatía con mis alumnos y sus familias que ella. Sé que, en humanidad, jamás podré semejarme a Paty Terremoto.

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